Reina Valera 1989

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Proverbios 29

1 El hombre que al ser reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y para él no habrá remedio.

2 Cuando los justos aumentan, el pueblo se alegra; pero cuando gobierna el impío, el pueblo gime.

3 El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre, pero el que se junta con prostitutas malgasta sus bienes.

4 El rey con la justicia da estabilidad al país, pero el que lo abruma con impuestos lo destruye.

5 El hombre que lisonjea a su prójimo le tiende red ante sus pasos.

6 El hombre malo cae en la trampa de su propia transgresión, pero el justo cantará y se alegrará.

7 El justo se preocupa por la causa de los más necesitados, pero el impío no entiende tal preocupación.

8 Los burladores agitan la ciudad, pero los sabios aplacan la ira.

9 Si el sabio pleitea con el necio, aunque se enoje o se ría, no tendrá reposo.

10 Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro, pero los rectos buscan su bien.

11 El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio conteniéndose la apacigua.

12 Si el gobernante atiende a palabras mentirosas, todos sus servidores serán unos impíos.

13 El pobre y el opresor tienen esto en común: A ambos Jehovah les alumbra los ojos.

14 El rey que juzga a los pobres según la verdad afirma su trono para siempre.

15 La vara y la corrección dan sabiduría, pero el muchacho dejado por su cuenta avergüenza a su madre.

16 Cuando abundan los impíos, abunda la transgresión; pero los justos verán la ruina de ellos.

17 Corrige a tu hijo, y te dará reposo; él dará satisfacciones a tu alma.

18 Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena; pero el que guarda la ley es bienaventurado.

19 El siervo no se corrige sólo con palabras; porque entiende, pero no hace caso.

20 ¿Has visto a un hombre apresurado en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.

21 El que mima a su siervo desde la niñez, a la postre, éste será su heredero.

22 El hombre iracundo suscita contiendas, y el furioso comete muchas transgresiones.

23 La soberbia del hombre lo abate, pero al humilde de espíritu le sustenta la honra.

24 El cómplice del ladrón aborrece su vida; aunque oiga las maldiciones, no lo denunciará.

25 El temor al hombre pone trampas, pero el que confía en Jehovah estará a salvo.

26 Muchos buscan el favor del gobernante, pero de Jehovah proviene el derecho de cada uno.

27 Abominación es a los justos el hombre inicuo, y el de caminos rectos es abominación al impío.