Reina Valera 1989
Salmos 53
1 (Al músico principal. Sobre Majalat. Masquil de David) Dijo el necio en su corazón: “No hay Dios.” Se han corrompido y han hecho abominable maldad. No hay quien haga el bien.
2 Dios miró desde los cielos sobre los hijos del hombre, para ver si había algún sensato que buscara a Dios.
3 Pero cada uno se había descarriado; a una se habían corrompido. No había quien hiciera el bien; no había ni siquiera uno.
4 ¿Acaso los que obran iniquidad no saben que comen a mi pueblo como si fuera pan, y que a Dios no invocan?
5 Allí donde no hubo nada que temer, temieron grandemente; porque Dios esparció los huesos de los blasfemos. Los avergonzaste, porque Dios los rechazó.
6 ¡Quién hiciera que de Sion viniese la salvación de Israel! Cuando Dios restaure de la cautividad a su pueblo, se gozará Jacob; se alegrará Israel.