La Historia de la Redención

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La nube guiadora

El Señor condujo a los israelitas en todas sus peregrinaciones por el desierto. Cuando era para el bien del pueblo y la gloria de Dios que levantaran sus tiendas en cierto lugar y moraran allí, el Altísimo lo manifestaba mediante la columna de nube que descendía directamente sobre el tabernáculo. Y allí permanecía hasta que el Señor quería que emprendieran el viaje de nuevo. Entonces la nube de gloria se elevaba por encima del tabernáculo, y así volvían a viajar. HR 160.2

En todos sus viajes manifestaban un orden perfecto. Cada tribu llevaba un estandarte con el emblema de la casa de su padre, y cada una de ellas había recibido la orden de acampar junto a su estandarte. Y cuando viajaban, las diferentes tribus marchaban en orden, cada una junto a su propio estandarte. Cuando descansaban de sus viajes, erigían el tabernáculo, y entonces las diferentes tribus levantaban sus tiendas en orden, justamente en el lugar que Dios les había mandado, alrededor del tabernáculo, a cierta distancia de él. HR 160.3

Durante sus viajes llevaban el arca del pacto delante de ellos. “Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento. Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen. Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel”. HR 160.4