La Historia de la Redención

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La nueva Jerusalén

Allí está la nueva Jerusalén, que tiene “la gloria de Dios”, y su fulgor “semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal”. Apocalipsis 21:11. Dijo el Señor: “Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo”. Isaías 65:19. “El tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:3, 4. HR 451.2

En la ciudad de Dios ya no habrá noche. Nadie necesitará descansar ni deseará hacerlo. Nadie se cansará de hacer la voluntad de Dios ni de ofrecer alabanzas a su nombre. Siempre sentiremos la frescura de la mañana, y siempre estaremos lejos de su terminación. “Y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará”. Apocalipsis 22:5. La luz del sol será sobrepujada por un resplandor que no causará daño, pero que sobrepasará inconmensurablemente al fulgor de nuestro sol al mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inundará la Santa Ciudad con luz inextinguida. Los redimidos caminarán a la luz de un día perpetuo en el cual no habrá sol. HR 451.3

“Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero”. Apocalipsis 21:22. El pueblo de Dios tendrá el privilegio de mantener estrecha comunión con el Padre y el Hijo. “Ahora vemos por espejo, oscuramente”. 1 Corintios 13:12. Contemplamos la imagen de Dios reflejada, como en un espejo, en las obras de la naturaleza y en su trato con los hombres; pero entonces lo veremos cara a cara, sin un velo oscurecedor de por medio. Estaremos ante su presencia y contemplaremos la gloria de su rostro. HR 452.1

Allí las mentes inmortales estudiarán con deleite inextinguible las maravillas del poder creador, los misterios del amor redentor. No habrá ningún adversario cruel y engañador para tentarnos a olvidarnos de Dios. Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la mente ni desgastará las energías. Se llevarán a cabo las más grandes empresas, se alcanzarán las más elevadas aspiraciones, se realizarán las más elevadas ambiciones; y aún surgirán nuevas alturas que alcanzar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender, nuevos propósitos para ocupar las facultades de la mente, el alma y el cuerpo. HR 452.2

Y al transcurrir los años de la eternidad, ofrecerán más ricas y gloriosas revelaciones de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, también el amor, la reverencia y la felicidad aumentarán. Cuanto más aprendan los hombres acerca de Dios, más admirarán su carácter. Al revelarles Jesús las riquezas de la redención y las sorprendentes realizaciones logradas en el gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos latirán con más ferviente devoción, y tañerán las arpas de oro con mano segura. Y entonces diez mil, y miles de miles de voces se unirán para incrementar el poderoso coro de alabanza. HR 453.1

“Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y en todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 5:13. HR 453.2

El pecado y los pecadores no existen más. Todo el universo de Dios está purificado. El gran conflicto ha terminado para siempre. HR 453.3