Testimonios Selectos Tomo 4

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Capítulo 53—Las cualidades del colportor

Puesto que el colportaje con nuestras publicaciones es una obra misionera, debe ser dirigido desde un punto de vista misionero. Los que son elegidos como colportores deben ser hombres y mujeres que sientan la preocupación de servir, cuyo objeto no sea obtener ganancia, sino dar luz a la gente. Todo nuestro servicio ha de ser hecho para gloria de Dios, para dar la luz de la verdad a los que están en tinieblas. Los principios egoístas, el amor a las ganancias, la dignidad, o los puestos, no deben ni siquiera mencionarse entre nosotros. 4TS 357.1

Los colportores necesitan estar diariamente convertidos a Dios, a fin de que sus obras y hechos sean sabor de vida para vida, y que puedan ejercer una influencia salvadora. La razón por la cual muchos han fracasado en la obra del colportaje es porque no eran verdaderos cristianos; no conocían el espíritu de la conversión. Tenían una teoría en cuanto a cómo debía ser hecha la obra, pero no sentían que dependían de Dios. 4TS 357.2

Colportores, recordad que en los libros que vendéis no estáis presentando la copa que contiene el vino de Babilonia, las doctrinas erróneas ofrecidas a los reyes de la tierra, sino la copa llena de las preciosas verdades de la redención. ¿Beberéis vosotros mismos de ella? Vuestra mente puede estar sujeta en cautiverio a la voluntad de Cristo, y él puede poner sobre vosotros su propia inscripción. Contemplándolo, podéis ser transformados de gloria en gloria, de carácter en carácter. Dios quiere que vayáis al frente, hablando las palabras que os dé. El quiere que demostréis que estimáis altamente a la humanidad, la humanidad que ha sido comprada por la preciosa sangre del Salvador. Cuando cayereis sobre la roca y seáis quebrantados, experimentaréis el poder de Cristo, y otros reconocerán el poder de la verdad en vuestro corazón. 4TS 357.3

A aquellos que están asistiendo a la escuela para aprender a hacer la obra de Dios más perfectamente, quiero decir: Recordad que es únicamente por una consagración diaria a Dios como podéis llegar a ser ganadores de almas. Ha habido quienes no podían ir a la escuela porque eran demasiado pobres para pagar los gastos, pero cuando llegaron a ser hijos e hijas de Dios, echaron mano del trabajo donde estaban, obrando en favor de los que los rodeaban. Aunque privados del conocimiento que se obtiene en la escuela, se consagraron a Dios, y Dios obró por su medio. Como los discípulos cuando fueron llamados de sus redes a seguir a Cristo, aprendieron preciosas lecciones del Salvador. Se vincularon con el gran Maestro, y el conocimiento que adquirieron por la lectura los calificó para hablar a otros de Cristo. Así llegaron a ser verdaderamente sabios, porque no eran demasiado sabios en su propia estima para recibir instrucción de lo alto. El poder renovador del Espíritu Santo les dió energía práctica y salvadora. 4TS 358.1

El conocimiento del hombre más sabio que no ha aprendido en la escuela de Cristo, es insensatez en cuanto a conducir almas a Cristo. Dios puede obrar únicamente por aquellos que aceptan la invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” 1 4TS 358.2

Muchos de nuestros colportores se han apartado de los principios honestos. Por el deseo de obtener ventajas mundanales, su mente ha sido desviada del verdadero propósito y espíritu de la obra. Nadie piense que la ostentación hará la impresión correcta sobre la gente. Esto no tendrá los mejores resultados ni los más permanentes. Nuestra obra consiste en dirigir las mentes a las verdades solemnes para este tiempo. Es únicamente cuando nuestro propio corazón esté lleno del espíritu de las verdades contenidas en el libro que vendemos, y cuando con humildad llamemos la atención de la gente a estas verdades, cuando el verdadero éxito acompañará nuestros esfuerzos; porque únicamente entonces el Espíritu Santo, que convence de pecado, de justicia y de juicio, estará presente para impresionar los corazones. 4TS 358.3

Nuestros libros deben ser vendidos por obreros consagrados, a quienes el Espíritu Santo pueda emplear como instrumentos suyos. Cristo es nuestra suficiencia, y debemos presentar la verdad con humilde sencillez, deiándole manifestar su propio sabor de vida para vida. 4TS 359.1

La oración humilde y ferviente hará más en favor de la circulación de nuestros libros que todos los costosos embellecimientos del mundo. Si los obreros quieren dedicar su atención a lo que es verdadero, vivo y real: si quieren orar por el Espíritu Santo, creer y confiar en él, su poder se derramará sobre ellos en fuertes y celestiales raudales, y se harán impresiones correctas y verdaderas sobre el corazón humano. Por lo tanto orad y trabajad, y trabajad y orad, y el Señor obrará con vosotros. 4TS 359.2

Cada colportor tiene necesidad positiva y constante del ministerio angélico: porque tiene una obra importante que hacer, una obra que no puede hacer por sus propias fuerzas. Los que han renacido, que están dispuestos a ser guiados por el Espíritu Santo, haciendo en la manera de Cristo lo que puedan, los que quieren trabajar como si pudiesen ver al universo celestial que los vigila, serán acompañados e instruidos por los ángeles santos, que irán delante de ellos a las moradas de las gentes, preparando el camino para ellos. Una ayuda tal supera en mucho las ventajas que se supone pueden dar los embellecimientos o adornos costosos. 4TS 359.3

Cuando los hombres se den cuenta de los tiempos en que vivimos, obrarán como a la vista del cielo. El colportor venderá los libros que imparten luz y fuerza al alma. Beberá del espíritu de estos libros, y los presentará a la gente con toda su alma. Su fuerza, su valor, su éxito dependerán de cuán plenamente esté entretejida en su propia experiencia, y desarrollada en su carácter la verdad presentada en los libros. Cuando su propia vida esté así amoldada, podrá adelantarse representando a otros la verdad sagrada que maneia. Imbuído del Espíritu de Dios, obtendrá una experiencia profunda y rica, y los ángeles celestiales le darán éxito en la obra. 4TS 360.1

A nuestros colportores, a todos aquellos a quienes Dios ha confiado talentos para que cooperen con él, quiero decir: Orad, oh orad por una experiencia más profunda. Salid con el corazón enternecido y subyugado por el estudio de las verdades preciosas que Dios nos ha dado para este tiempo. Bebed a grandes sorbos del agua de la salvación, para que sea en vuestro corazón como una fuente viva, que fluya para refrigerar las almas a punto de perecer. Dios os dará entonces sabiduría que os habilite para impartir lo recto a otros. Os hará canales para comunicar sus bendiciones. Os ayudará a revelar sus atributos impartiendo a otros la sabiduría y el entendimiento que os ha impartido a vosotros. 4TS 360.2

Ruego a Dios que podáis comprender este asunto en su longitud, anchura y profundidad, y que sintáis vuestra responsabilidad de representar el carácter de Cristo por la paciencia, el valor y la integridad constantes. “Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús.” 2 4TS 360.3