Testimonios Selectos Tomo 3

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Testimonios directos en la iglesia

Muchos se sienten impacientes y celosos porque son frecuentemente molestados por amonestaciones y reproches que les hacen acordar de sus pecados. Dice el Testigo Fiel: “Yo conozco tus obras.” Los motivos, los propósitos, la incredulidad, las sospechas y los celos, pueden ser ocultos de los hombres, pero no de Cristo. El Testigo Fiel viene como consejero: “Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” 3TS 147.3

Los que son reprendidos por el Espíritu de Dios no deben levantarse contra el humilde instrumento. Es Dios, y no un mortal sujeto a error, quien ha hablado para salvarlos de la ruina. Los que desprecian la amonestación serán dejados en las tinieblas y se engañarán a sí mismos. Pero los que la escuchan, y atienden celosamente a la obra de apartar sus pecados de sí a fin de tener las gracias necesarias, estarán abriendo la puerta de su corazón para que el amado Salvador pueda entrar y morar con ellos. Esta clase de personas se encontrará siempre en perfecta armonía con el testimonio del Espíritu de Dios. 3TS 148.1

Los ministros que están predicando la verdad presente no deben descuidar el solemne mensaje dirigido a los laodiceos. El testimonio del Testigo Fiel no es un mensaje suave. El Señor no les dice: Estáis más o menos bien; habéis soportado castigos y reproches que nunca merecisteis; habéis sido innecesariamente desalentados por la severidad; no sois culpables de los males y pecados por los cuales se os reprendió. 3TS 148.2

El Testigo Fiel declara que cuando uno supone que está en buena condición de prosperidad, lo necesita todo. No es suficiente que los ministros presenten temas teóricos; deben también presentar los temas prácticos. Necesitan estudiar las lecciones prácticas que Cristo dió a sus discípulos, y hacer una detenida aplicación de las mismas a sus propias almas y a las de la gente. Porque Cristo da este testimonio de reprensión, ¿supondremos que le faltan sentimientos de tierno amor hacia su pueblo? ¡Oh, no! El que murió para redimir al hombre de la muerte, ama con amor divino, y a aquellos a quienes ama los reprende. “Yo reprendo y castigo a todos los que amo.” Pero muchos no quieren recibir el mensaje que el cielo les manda en su misericordia. No pueden soportar que se les hable de su negligencia en el cumplimiento del deber, y de sus malas acciones, de su egoísmo, de su orgullo y amor al mundo. 3TS 148.3

Me fué mostrado que Cristo nos impuso, a mi esposo y a mí, una obra especial, para dar un testimonio claro a su pueblo, y para clamar sin escatimar esfuerzos, para demostrar al pueblo sus transgresiones y a la casa de Israel sus pecados. Pero hay quienes no quieren recibir el mensaje de reprensión, y levantan las manos para proteger a aquellos a quienes Dios quiere reprender y corregir. Siempre se encuentran simpatizando con aquellos a quienes Dios quiere hacer sentir su verdadera pobreza. 3TS 149.1

La palabra del Señor, hablada por sus siervos, es recibida por muchos con dudas y temores. Y muchos postergan su obediencia a la amonestación y a los reproches dados, esperando hasta que haya desaparecido de su mente toda sombra de incertidumbre. La incredulidad que exige perfecto conocimiento no quiere ceder a la evidencia que Dios se complace en dar. El requiere de su pueblo una fe que descanse en el peso de la evidencia, no sobre el conocimiento perfecto. Los que siguen a Cristo, que aceptan la luz que Dios les manda, deben obedecer la voz de Dios que les habla cuando hay muchas otras voces que claman contra ella. Requiere discernimiento el distinguir la voz de Dios. 3TS 149.2

Los que no quieran obrar cuando el Señor los invite a ello, sino que esperan evidencias más seguras y oportunidades más favorables, andarán en tinieblas, porque la luz será retraída de ellos. La evidencia dada un día, si se rechaza, puede no ser nunca repetida. 3TS 149.3

Muchos están tentados con respecto a nuestra obra, y la están poniendo en tela de juicio. Algunos, en su condición tentada, atribuyen las dificultades y perplejidades del pueblo de Dios a los testimonios de reproche que le han sido dirigidos. Piensan que la dificultad estriba en aquellos que dan el mensaje de amonestación, que señalan los pecados de la gente y corrigen sus errores. Muchos son engañados por el adversario de las almas. Piensan que las labores de los Hnos. White serían aceptables si no estuviesen continuamente condenando lo malo y reprendiendo el pecado. Me fué mostrado que Dios nos ha impuesto esta obra, y cuando se nos impide reunirnos con los hermanos y dar nuestro testimonio, y nos vemos contrarrestados por las sospechas y los celos de los que no son consagrados, entonces Satanás impulsa enérgicamente sus tentaciones. Los que han estado siempre de parte de los que dudan, se sienten libres para sugerir sus dudas e insinuar su incredulidad. Algunos tienen dudas puntillosas y aparentemente concienzudas y muy piadosas, que dejan caer con cautela; pero tienen diez veces más poder para fortalecer a los que están en el error y para disminuir nuestra influencia y debilitar la confianza del pueblo de Dios en nuestra obra, que si se nos opusiesen más francamente. Vi que estas pobres almas están engañadas por Satanás. Se lisonjean de que se encuentran bien, de que gozan del favor de Dios y son ricas en discernimiento espiritual, cuando son pobres, ciegas y miserables. Están haciendo la obra de Satanás, pero creen tener celo por Dios. 3TS 150.1

Algunos no quieren recibir el testimonio que Dios nos ha encargado dar, lisonjeándose de que podemos estar engañados y ellos tener razón. Creen que los hijos de Dios no necesitan que se les trate con franqueza y reprensión, sino que Dios está con ellos. Estas almas tentadas, que están siempre guerreando contra la fiel reprensión del pecado, quieren clamar: Habladnos cosas suaves. ¿Cómo se les aplica el mensaje del Testigo Fiel a los laodiceos? No puede haber engaño en ello. Este mensaje debe ser dado por los siervos de Dios a una iglesia tibia. Debe despertar a su pueblo de su seguridad y engaño peligrosos respecto de su verdadera situación delante de Dios. Este testimonio, si es recibido, lo incitará a obrar y a humillarse y confesar sus pecados. El Testigo Fiel dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente.” Y además: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues celoso, y arrepiéntete.” Luego viene la promesa: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” 3TS 150.2

El pueblo de Dios debe reconocer sus errores y despertarse para arrepentirse celosamente y apartar de sí los pecados que produjeron una condición tan deplorable de pobreza, ceguera, miseria y terrible engaño. Me fué mostrado que el testimonio directo debe vivir en la iglesia. Únicamente esto responderá al mensaje a los laodiceos. Los males deben ser reprendidos, el pecado debe ser llamado pecado y la iniquidad debe ser afrontada presta y decididamente, y apartada de nosotros como pueblo. 3TS 151.1