Testimonios Selectos Tomo 3

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Capítulo 31—El amor y el deber

El amor tiene un hermano gemelo que es el deber. El amor y el deber se encuentran lado a lado. El amor puesto en ejercicio mientras se descuida el deber, hará a los hijos testarudos, voluntariosos, perversos, egoístas y desobedientes. Si se deja solo al severo deber sin que el amor lo suavice y gane, tendrá un resultado similar. El deber y el amor deben fusionarse a fin de que los niños sean debidamente disciplinados. 3TS 141.1

Antiguamente, fueron dadas instrucciones a los sacerdotes: “Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida.” 3TS 141.2

En estos pasajes se presenta claramente el deber de los siervos de Dios. Ellos no pueden eximirse del fiel cumplimiento de su deber en cuanto a reprender pecados y males entre el pueblo de Dios, aunque sea una tarea desagradable, y no sea recibida por el que yerra. Pero en la mayor parte de los casos el que es reprendido aceptaría la amonestación y oiría el reproche si no fuese que otros están en el camino. Estos se acercan como simpatizantes y compadecen al que ha sido reprendido, y creen que deben defenderle. No ven que al Señor le desagrada el que hace mal, porque la causa del Señor ha sido herida y su nombre cubierto de oprobio. Hay almas que han sido apartadas de la verdad y su fe ha naufragado, como resultado de la conducta errónea seguida por el que faltó. Pero el siervo de Dios, cuyo discernimiento está entorpecido y cuyo juicio es torcido por malas influencias, se siente tan inclinado a ponerse del lado del ofensor cuya influencia ha hecho mucho daño, como con el que reprende lo malo y el pecado, y al hacer así dice virtualmente al pecador: “No se aflija, no se abata; al fin de cuentas Vd. tiene casi razón.” Estos dicen al pecador: “Todo te irá bien.” 3TS 141.3

Dios requiere de sus siervos que anden en la luz y no se cubran los ojos para no discernir las obras de Satanás. Deben estar preparados para amonestar y reprender a los que están en peligro por sus sutilezas. Satanás está trabajando a diestra y siniestra para obtener ventajas. El no descansa. Es perseverante. Es vigilante y astuto para aprovecharse de toda circunstancia y utilizarla en su guerra contra la verdad y los intereses del reino de Dios. Es un hecho lamentable el que los siervos de Dios, ante las trampas de Satanás, no ejercen ni la mitad del cuidado que debieran ejercer. En vez de resistir al diablo para que huya de ellos, muchos están inclinados a transigir con las potencias de las tinieblas. 3TS 142.1

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Debe leerse la Biblia cada día. Una vida de religión, de devoción a Dios, es el mejor escudo para los jóvenes expuestos a la tentación en su trato con otros mientras se educan. La Palabra de Dios dará la correcta norma de lo bueno y lo malo, y de los principios morales. El fijo principio de la verdad es la única salvaguardia para la juventud. Los propósitos firmes y una voluntad resuelta cerrarán muchas puertas abiertas a la tentación y a las influencias desfavorables para conservar el carácter cristiano. Un carácter débil e irresoluto, alimentado en la niñez y la juventud, dará una vida de constante afán y lucha, por falta de decisión y firmes principios. ... La primera consideración debe ser de honrar a Dios, y la segunda, ser fiel a la humanidad, cumpliendo los deberes que trae cada día, haciendo frente a sus pruebas y llevando sus cargas con firmeza y corazón resuelto. El esfuerzo ardoroso e incansable, unido al propósito firme y la completa confianza en Dios, ayudarán en toda emergencia, nos calificarán para una vida útil en este mundo, y nos harán idóneos para la vida inmortal.—Testimonies for the Church, 194, 195. 3TS 142.2