Testimonios Selectos Tomo 1

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Curación de la Hna. Temple

Recibimos un requerimiento para visitar a la Hna. Hastings, de Nueva Ipswich (Nueva Hampshire). Dicha hermana estaba afligidísima, y luego de haber orado acerca del asunto, obtuvimos la prueba de que el Señor iría con nosotros. En el viaje, nos detuvimos en Dorchester, con la familia del Hno. Otis Nichol, quien nos informó de la aflicción de la Hna. Temple de Boston, la cual tenía en el brazo una llaga que le causaba viva ansiedad, pues se había extendido por el repliegue del codo, ocasionándole mucha angustia, sin que de nada valieran los remedios humanos a que había acudido. El último esfuerzo había hecho pasar la enfermedad a los pulmones, y la asaltaba el temor de que degenerase en tuberculosis, a menos que obtuviese inmediato remedio. 1TS 120.4

La Hna. Temple había encargado que se nos dijera que fuéramos a orar por ella. Fuimos temblorosos, pues en vano habíamos impetrado la seguridad de que Dios obraría en su beneficio. Entramos en el aposento de la enferma, confiando tan sólo en las patentes promesas de Dios. La Hna. Temple tenía el brazo en tal estado, que no pudimos tocárselo y hubimos de verter el aceite sobre él. Después nos unimos en oración y reivindicamos las promesas de Dios. Durante la oración, cesaron los dolores del brazo, y dejamos a la Hna. Temple muy alegre en el Señor. A nuestra vuelta, ocho días más tarde, la encontramos en buena salud y lavando de firme en la artesa. 1TS 121.1