Servicio Cristiano

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Un buen ejemplo

El apóstol Pablo sentía que era responsable en gran medida del bienestar espiritual de aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que crecieran en el conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien había enviado. A menudo en su ministerio se encontraba con pequeños grupos de hombres y mujeres que amaban a Jesús, y se postraba en oración con ellos para pedir a Dios que les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo se reunía en consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros la luz de la verdad evangélica. Y a menudo, cuando estaba separado de aquellos con quienes había trabajado así, suplicaba a Dios que los guardara del mal, y les ayudara a ser misioneros fervientes y activos.—Los Hechos de los Apóstoles, 212, 213. SC 91.1