Servicio Cristiano

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Mantened normas elevadas

Muchos de los que están calificados para hacer una obra excelente hacen poco porque sólo intentan poco. Millares son los que pasan por la vida como si no tuviesen ningún objeto por el cual vivir, ninguna elevada norma que alcanzar. Una razón de ello es la baja estima en que se tienen. Cristo pagó un precio infinito por nosotros, y desea que nos valoremos de acuerdo con el precio que él pagó.—Obreros Evangélicos, 308. SC 295.1

Durante su vida terrenal, Jesús trabajó con fervor y constancia. Esperaba mucho resultado; por lo tanto intentaba grandes cosas.—El Deseado de Todas las Gentes, 58. SC 295.2

Los que están dedicados al servicio del Maestro necesitan una experiencia mucho más elevada, profunda y amplia de lo que muchos han pensado obtener. Muchos de los que son ya miembros de la gran familia de Dios saben muy poco de lo que significa contemplar su gloria, y ser transformados de gloria en gloria. Muchos tienen una vaga percepción de la excelencia de Cristo, y sus corazones vibran de gozo. Anhelan tener un sentimiento más pleno y profundo del amor del Salvador. Encaminen los tales todo anhelo del alma en pos de Dios.—Obreros Evangélicos, 290. SC 295.3

Tengo un mensaje para nuestros ministros, médicos, maestros y todos los que están ocupados en cualquier ramo de servicio para el Maestro. El Señor os insta a ascender, a alcanzar una norma más santa. Debéis poseer una experiencia más profunda de lo que habéis pensado tener. Muchos de los que ya son miembros de la gran familia de Dios conocen muy poco de lo que significa contemplar su gloria y ser transformados de gloria en gloria. Muchos de vosotros tenéis una débil percepción de la excelencia de Cristo, y vuestras almas se estremecen de gozo. Anheláis un conocimiento más pleno y profundo del amor del Salvador. No estáis satisfechos. Pero no desesperéis. Dad a Jesús los mejores y más santos afectos del corazón. Atesorad todo rayo de luz. Acariciad todo deseo del alma en pos de Dios. Entregaos al cultivo de pensamientos espirituales y comunión santa. Habéis visto sólo los primeros rayos del amanecer de su gloria. Mientras perseveréis en conocer al Señor, sabréis que su salida está preparada como la mañana. “La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.” Habiéndonos arrepentido de nuestros pecados, habiéndolos confesado y hallado el perdón, hemos de continuar aprendiendo de Cristo, hasta que lleguemos al perfecto apogeo de una perfecta fe evangélica.—Testimonies for the Church 8:317. SC 295.4