Servicio Cristiano

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Sencillez

Cuando Cristo dijo a sus discípulos: Salid en mi nombre para traer a la iglesia a todos los que crean, les presentó claramente la necesidad de conservar la sencillez. Cuanto menor fuera su ostentación, mayor sería su influencia para el bien. Los discípulos habían de hablar con la misma sencillez con que había hablado Cristo.—Los Hechos de los Apóstoles, 23. SC 289.1

Millares de personas pueden ser alcanzadas en la forma más sencilla y humilde. Los intelectuales, aquellos que son considerados como los hombres y las mujeres mejor dotados, son frecuentemente refrigerados por las palabras sencillas de alguien que ama a Dios, y que puede hablar de ese amor tan naturalmente como los mundanos hablan de las cosas que más les interesan. A menudo las palabras bien preparadas y estudiadas no tienen sino poca influencia. Pero las palabras llenas de verdad y sinceridad con que se expresa un hijo o una hija de Dios, habladas con sencillez natural, tienen poder para desatrancar la puerta de los corazones que por largo tiempo ha estado cerrada contra Cristo y su amor.—Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 212. SC 289.2