Nuestra Elevada Vocacion

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Dónde comienza la apostasía, 7 de diciembre

Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntatamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza. 2 Pedro 3:17. NEV 349.1

En estos días finales, cuando la iniquidad abundará, y el amor de muchos disminuirá, Dios tendrá a un pueblo que glorifique su nombre, y que se levante como reprobador de la injusticia. Debe ser un “pueblo peculiar”, que sea fiel a la ley de Dios, cuando el mundo procura invalidar sus preceptos; y cuando el poder convertidor de Dios obre a través de sus siervos, las huestes de las tinieblas se agruparán para formar una enconada y decidida oposición. Satanás trabajará “con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos”. 2 Tesalonicenses 2:10. Utilizará todo artificio de engaño para seducir las almas de los hombres. ... NEV 349.2

La obra de la apostasía comienza en alguna secreta rebelión del corazón contra los requerimientos de la ley de Dios. Fomentan y complacen deseos no santificados y ambiciones ilegales, y la incredulidad y las tinieblas separan al alma de Dios. Si no vencemos estos males, ellos nos vencerán a nosotros. NEV 349.3

Personas que durante largo tiempo han estado adelantando en la senda de la verdad serán probadas con pruebas y tentaciones. Los que escuchen las sugerencias de Satanás y se aparten de su integridad, comienzan el camino descendente, y alguna tentación imperiosa los apresura por la senda de la apostasía, hasta que su descenso se hace evidente y rápido. Los pecados que una vez fueron muy repugnantes se hacen atractivos, y son bienvenidos por aquellos que han desechado el temor de Dios y su fidelidad a su ley. Pero el comienzo más placentero en la transgresión, terminará en miseria, degradación y ruina. NEV 349.4

Necesitamos estar constantemente en guardia para velar y orar a fin de no caer en la tentación. La complacencia del orgullo espiritual, de los deseos no santificados, de los pensamientos impuros, de cualquier cosa que nos separe de una asociación íntima y santa con Jesús, pone en peligro nuestras almas. Debemos poseer una fe viva en Dios. ... Si el pensar en la apostasía os resulta atroz, y no deseáis convertiros en enemigos de la verdad, ... entonces “aborreced lo malo, allegaos a lo que es bueno”. Romanos 12:9 (VM)The Review and Herald, 8 de mayo de 1888, pp. 289, 290. NEV 349.5