Mensajes Selectos Tomo 1

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En Battle Creek, en los primeros días

ASISTÍ a la reunión en la Iglesia de Battle Creek. Aproximadamente durante una hora hablé con libertad a los hermanos acerca de que la caída de Adán trajo desgracia y muerte, y que Cristo trajo a la luz la vida y la inmortalidad mediante su humillación y muerte. Sentí que debía instar a la gente en cuanto a la necesidad de una entera consagración a Dios: la santificación del ser entero, alma, cuerpo y espíritu. Hablé de la muerte de Moisés y la visión que tuvo de la tierra prometida de Canaán. Hubo profundidad de sentimiento en la congregación... En la reunión esa noche, llamé al frente a los que tenían un deseo de ser cristianos. Se adelantaron trece. Todos dieron testimonio para el Señor. Fue una buena obra.—Diario, 12 de enero de 1868. 1MS 167.1