La Verdad acerca de los Angeles

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Después del diluvio

Noé y su familia observaban ansiosamente el descenso de las aguas. El patriarca deseaba salir y pisar tierra firme nuevamente. Envió un cuervo que salió del arca y volvió. No recibió la información que deseaba, y entonces envió una paloma, la cual, al no encontrar donde posarse, regresó al arca. Después de siete días soltó de nuevo una paloma, y cuando vieron la rama de olivo en su pico, los ocho miembros de la familia se regocijaron mucho, pues habían estado por largo tiempo en el arca. Nuevamente descendió un ángel y abrió la puerta. Noé podía sacar la parte superior, pero no podía abrir lo que Dios había cerrado. El Señor habló con Noé por medio del ángel que abrió la puerta, y ordenó a su familia que saliera del arca con todos los seres vivientes que había en ella.—La Historia de la Redención, 71-72. VAAn 75.2

Cuando Noé vio las poderosas fieras que salían con él del arca, temió que su familia, compuesta de ocho personas solamente, fuese devorada por ellas. Pero el Señor envió un ángel a su siervo con este mensaje de seguridad: “El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo”. Génesis 9:2-3.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 98. VAAn 75.3