Recibiréis Poder

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La iluminación no está separada de la palabra, 20 de abril

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos. Mateo 24:24. RP 121.1

En estos días de engaño, cada persona que está afirmada en la verdad tendrá que contender por la fe que una vez fue da dada a los santos. Por medio de su obra misteriosa, Satanás introducirá toda clase de error para engañar, si es posible, hasta a los mismos escogidos y así alejarlos de la verdad. Habrá que hacer frente a la sabiduría humana; a la sabiduría de los hombres doctos, quienes, como los fariseos, son maestros de la ley de Dios pero no la obedecen ellos mismos. Habrá que hacer frente a la ignorancia y la locura humanas que se manifestarán en teorías incoherentes ataviadas con un ropaje nuevo y fantástico; teorías que serán más difíciles de enfrentar, porque no hay razón en ellas. RP 121.2

Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad pero alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isaías 8:20. Si empequeñecen la ley de Dios, si no prestan atención a su voluntad como ha sido revelada en los testimonios de su Espíritu, son engañadores. Están controlados por el impulso y las impresiones, los cuales creen que provienen del Espíritu Santo, y los consideran más dignos de confianza que la Palabra inspirada. Pretenden que todos los pensamientos y sentimientos constituyen una impresión del Espíritu; y cuando se los hacer razonar poniendo las Escrituras como base, declaran que poseen algo más digno de confianza. Pero mientras piensan que son conducidos por el Espíritu de Dios, en realidad están siguiendo fantasías promovidas por Satanás... RP 121.3

Satanás revestido con ropaje angélico, obrará en forma sutilísima para introducir invenciones humanas. Pero la luz de la Palabra brilla en medio de la tinieblas morales, y la Biblia nunca será reemplazada por manifestaciones milagrosas. Hay que estudiar la verdad, y hay que buscarla como un tesoro escondido. No se darán inspiraciones maravillosas aparte de la Palabra, ni aquéllas tomarán el lugar de ésta. Aferraos a la Palabra y recibid la Palabra injertada que hará a los hombres sabios para la salvación.—Mensajes Selectos 2:112, 113, 115. RP 121.4