Mensajes para los Jóvenes

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Una obra que hacer

Jóvenes de ambos sexos, vi que Dios tiene una obra para que ustedes hagan; tomen su cruz y sigan a Cristo, o son indignos de él. Mientras permanecen en apática indiferencia, ¿cómo pueden saber cuál es la voluntad de Dios con respecto a ustedes? Y ¿cómo esperan ser salvos, a menos que como siervos fieles hagan la voluntad del Señor? Todos los que posean la vida eterna habrán procedido bien. El Rey de gloria los honrará colocándolos a su mano derecha mientras les diga: “¡Bien, siervo bueno y fiel!”2 ¿Cómo pueden saber a cuántas almas podrían salvar de la ruina si, en lugar de procurar descubrir qué trabajo pueden hacer en la viña de nuestro Maestro, están ideando medios para el propio placer? MJ 144.2

¿Cuántas almas se han salvado por medio de esas reuniones destinadas a conversar y a ensayar música? Si no pueden señalar a un solo ser salvado por ese medio, apártense, ¡oh!, apártense hacia una nueva línea de conducta. Empiecen a orar por las personas, acérquense a Cristo, bien junto a su costado sangrante. Adorne un espíritu manso y tranquilo la vida de ustedes, y asciendan a él sus peticiones fervientes, imperfectas, humildes, para que les dé sabiduría para que tengan éxito en salvar no solo la propia vida, sino también las de otros. MJ 144.3

Oren más de lo que cantan. ¿No tienen mayor necesidad de la oración que del canto? Jóvenes varones y mujeres, Dios los llama a trabajar, a trabajar por él. Cambien completamente de conducta. Ustedes pueden hacer una obra que los que sirven mediante la palabra y la doctrina no pueden hacer. Pueden alcanzar una clase a la cual no puede conmover el pastor.—Testimonies for the Church 1:511-513. MJ 144.4