Mensajes para los Jóvenes

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La perla de gran precio

Hemos de entregarnos a Cristo para vivir una vida de voluntaria obediencia a todos sus requerimientos. Todo lo que somos y todos los talentos y las facultades que poseemos son del Señor, para ser consagrados a su servicio. Cuando de esta manera nos entregamos por completo a él, Cristo, con todos los tesoros del cielo, se da a sí mismo a nosotros. Obtenemos la perla de gran precio.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 88. MJ 112.1