Mensajes para los Jóvenes

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Capítulo 38—La responsabilidad por la luz recibida

Jóvenes y señoritas, ustedes son responsables ante Dios por la luz que les ha dado. Esta luz y estas amonestaciones, si no las escuchan, se levantarán contra ustedes en el juicio. Se les ha señalado claramente los peligros que corren; se les ha dirigido palabras de cautela, y han sido guardados por todos lados y rodeados de advertencias. Han escuchado en la casa de Dios las verdades más solemnes y escrutadoras del corazón, presentadas por los siervos del Señor con la manifestación de su Espíritu. ¿Qué peso tienen sobre su corazón estas solemnes súplicas? ¿Qué influencia ejercen sobre su carácter? Se les pedirá cuenta de cada una de estas súplicas y advertencias. Se levantarán en el juicio para condenar a los que vivan en la vanidad, liviandad y orgullo. MJ 101.1

Amados jóvenes amigos, lo que siembran, segarán. Ahora es el tiempo de la siembra para ustedes. ¿Qué cosecharán? ¿Qué están sembrando? Cada palabra que pronuncian, cada acto que ejecutan, es una semilla que dará fruto, bueno o malo, y resultará en gozo o pesar para el sembrador. Según la semilla que se siembre, será la cosecha. Dios les ha dado gran luz y muchos privilegios. Después que ha sido dada esta luz, después que los peligros les han sido presentados claramente, la responsabilidad recae sobre ustedes. La manera en que empleen la luz que Dios le da, hará inclinar la balanza hacia la felicidad o la desgracia. Ustedes mismos están moldeando su destino.—Joyas de los Testimonios 1:347. MJ 101.2