Mensajes para los Jóvenes

116/512

La santificación es una experiencia progresiva

La santificación es una obra progresiva. Las palabras de Pedro nos presentan los pasos sucesivos: “Por esta razón, poned la mayor diligencia en agregar a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas virtudes están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni sin fruto en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”.6 “Por lo cual, hermanos, procurad tanto más afirmar vuestra vocación y elección; porque al hacer esto, no caeréis jamás. De esta manera os será concedida amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.7 MJ 80.3

Este es un proceder mediante el cual podemos estar seguros de no caer jamás. Quienes así están obrando de acuerdo con el plan de adición en la obtención de las gracias cristianas, tienen la seguridad de que Dios obrará según el plan de multiplicación al otorgarles los dones de su Espíritu. MJ 80.4

Pedro habla a los que han obtenido una fe tal: “Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús”.8 Por la gracia divina, todos los que quieran podrán ascender por los escalones luminosos que van de la tierra al cielo, y al fin, “con alegría [...] gozo perpetuo”,9 entrarán por las puertas en la ciudad de Dios.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1887. MJ 81.1