Mensajes para los Jóvenes

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La razón de las normas bajas

¿Por qué nuestros jóvenes, y aun las personas de mayor edad, caen tan pronto en la tentación y el pecado? Porque no estudian la Palabra de Dios ni meditan en ella como debieran. Si la apreciaran habría una rectitud interior, una fuerza de espíritu que resistiría las tentaciones de Satanás al mal. La vida y el carácter no adquieren una fuerza de voluntad firme y decidida, porque no se hacen objeto de estudio y meditación las sagradas instrucciones de Dios. No se hace el esfuerzo debido para asociar la mente a pensamientos puros y santos y apartarla de lo impuro y falso. No se escoge la mejor parte, no se busca estar sentado a los pies de Jesús, como María, para aprender las más sagradas lecciones del divino Maestro, para atesorarlas en el corazón y practicarlas en la vida diaria. La meditación en las cosas santas elevará y refinará la mente, y formará damas y caballeros cristianos. MJ 301.2

Dios no aceptará a ninguno de nosotros que con sus palabras, pensamientos o acciones rebaje sus facultades a una depravación carnal, terrena. El cielo es un lugar puro y santo en donde no podrá entrar nadie que no se haya refinado, espiritualizado, limpiado y purificado. Tenemos que hacer una obra para nosotros mismos, y solamente seremos capaces de hacerla si obtenemos fuerza de Jesús. Deberíamos estudiar la Biblia con preferencia a cualquier otro libro; deberíamos amarla y obedecerla como voz de Dios. Tenemos que ver y comprender sus restricciones y requerimientos—“Harás” y “No harás”—, y percatarnos del verdadero significado de la Palabra de Dios. MJ 301.3