Mensajes para los Jóvenes

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Salud y limpieza

Nuestra ropa debe ser limpia. El desaseo en el vestir es contrario a la salud, y por lo tanto perjudicial para el cuerpo y el espíritu. “¿No sabéis que sois templo de Dios? [...]. Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él”.3 MJ 248.5

En todo sentido debemos vestir conforme a la higiene. Más que “en todo”,4 Dios quiere que tengamos salud, salud del cuerpo y del espíritu. Debemos colaborar con Dios para asegurar la salud del espíritu y del cuerpo. Ambas son promovidas por la indumentaria saludable. MJ 249.1