Mensajes para los Jóvenes

268/512

La temperancia es ricamente recompensada

Ahora se necesita hombres de acción y valor, como Daniel. Hoy en el mundo se necesita un corazón puro y una mano fuerte, intrépida. Dios propuso que el hombre mejorara constantemente, que diariamente alcanzase un punto más alto en la escala de la excelencia. Él nos ayudará si tratamos de ayudarnos a nosotros mismos. Nuestra esperanza de felicidad en dos mundos depende de nuestro progreso en uno. En todo momento deberíamos estar en guardia contra la primera aproximación a la intemperancia. MJ 171.2

Queridos jóvenes, Dios les pide que hagan una obra que, por su gracia, pueden hacer. “Os ruego que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto espiritual”.3 MJ 171.3

Destáquense en la condición de hombres y mujeres que Dios les ha dado. Muestren una pureza de gustos, de apetitos, de hábitos que sean comparables con los de Daniel. Dios los recompensará con nervios tranquilos, con un cerebro despejado, con un criterio inalterable, con percepción penetrante. Los jóvenes de hoy, cuyos principios sean fieles e inconmovibles, serán bendecidos con salud de cuerpo, mente y espíritu.—The Youth’s Instructor, 9 de julio de 1903. MJ 171.4