La Oración

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Capítulo 4—La oración y la ganancia de almas

La oración es una parte fundamental del éxito en la ganancia de almas

Si los miembros de las iglesias pusieran a trabajar los poderes de la mente en esfuerzos bien dirigidos, en planes maduros, podrían hacer mucho más por Cristo de que lo que están haciendo ahora. Si avanzaran con oraciones sinceras, con mansedumbre y humildad de corazón, buscando impartir personalmente el conocimiento de la salvación, el mensaje alcanzaría a los habitantes de la tierra.—The Review and Herald, 11 de abril de 1893. Or 49.1

Tenemos que ir a Dios con fe y derramar nuestras súplicas ante él, creyendo que obrará en nuestro favor y en el de otros a quienes tratamos de salvar. Hemos de dedicar más tiempo a la oración ferviente.—Comentario Bíblico Adventista 3:1165. Or 49.2

Elegid diariamente otra y aun otra alma, buscando dirección de Dios, colocando todo delante de él en oración ferviente y obrando en sabiduría divina. Mientras hagáis esto, veréis que Dios otorgará el Espíritu Santo para convencer, y el poder de la verdad para convertir el alma.—El ministerio médico, 323, 324. Or 50.1

Recuerde que el éxito de la reprensión depende en gran medida del espíritu con que se la da. No descuide la oración ferviente para que pueda poseer una mente humilde, y los ángeles de Dios puedan ir delante de usted para obrar en los corazones que usted está tratando de alcanzar, con el fin de suavizarlos mediante impresiones celestiales, de modo que sus esfuerzos puedan dar resultados.—Testimonios para la Iglesia 2:49. Or 50.2

Si varios creyentes se reunieran en común acuerdo, con corazones apesadumbrados por las almas que perecen, y ofrecieran oraciones fervientes y sinceras, entonces verían los efectos.—The Review and Herald, 23 de agosto de 1892. Or 50.3