La Maravillosa Gracia de Dios

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Mejores promesas, 8 de mayo

Es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Hebreos 8:6. MGD 136.1

Habían presenciado la grandiosa majestad de la proclamación de la ley, y habían temblado de terror ante el monte; y sin embargo, apenas unas pocas semanas después, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y entonces, viendo su pecaminosidad y su necesidad de perdón, llegaron a sentir la necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abrahán y simbolizado en los sacrificios. De manera que mediante la fe y el amor se vincularon con Dios como su libertador de la esclavitud del pecado. Ya estaban capacitados para apreciar las bendiciones del nuevo pacto. MGD 136.2

Los términos del pacto antiguo eran: Obedece y vivirás. “El hombre que los hiciere, vivirá en ellos” (Ezequiel 20:11; Levítico 18:5); pero “maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas”. Deuteronomio 27:26. El nuevo pacto se estableció sobre “mejores promesas”, la promesa del perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón.—La Historia de Profetas y Reyes, 388, 389. MGD 136.3

Las bendiciones del nuevo pacto se fundan únicamente en la misericordia evidenciada en el perdón de la injusticia y de los pecados... Todos los que humillen sus corazones y confiesen sus pecados, encontrarán misericordia, gracia y seguridad. ¿Acaso ha dejado de ser justo Dios porque manifiesta misericordia hacia el pecador? ¿Ha deshonrado él su santa ley y de aquí en adelante pasará por alto la violación de ella? Dios es fiel a sí mismo. No cambia. Las condiciones de la salvación son siempre las mismas... MGD 136.4

Bajo el nuevo pacto, las condiciones mediante las cuales se puede obtener la vida eterna son las mismas que en el pacto antiguo, a saber, obediencia perfecta... En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha cumplido la ley en favor de los transgresores de ella, si lo reciben por fe como Salvador personal... En el pacto mejor somos purificados de pecado por la sangre de Cristo.—The S.D.A. Bible Commentary 7:931. MGD 136.5