La Maravillosa Gracia de Dios

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Auxilio para resistir la tentación, 14 de marzo

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. Apocalipsis 3:10. MGD 81.1

Todo el cielo está interesado en la obra que se está haciendo en este mundo, que ha de preparar hombres y mujeres para la vida futura e inmortal. Es el plan de Dios que los agentes humanos tengan el alto honor de actuar como colaboradores con Jesucristo en la salvación de las almas... Deben considerar la obra de Dios como sagrada y santa, y deben traerle cada día ofrendas de gozo y gratitud, en pago del poder de su gracia que los capacita para progresar en la vida divina... MGD 81.2

No es necesario que ninguno de nosotros ceda a las tentaciones de Satanás, y así viole su conciencia y agravie al Espíritu Santo. Ha sido hecha en la Palabra de Dios toda provisión para que todos tengan la ayuda divina en sus esfuerzos para vencer.—Joyas de los Testimonios 2:218, 219. MGD 81.3

En la vida religiosa de toda alma que salga finalmente victoriosa habrá escenas de terrible perplejidad y prueba; pero su conocimiento de las Escrituras la habilitará para recordar las promesas animadoras de Dios, que consolarán su corazón y fortalecerán su fe en el poder del Poderoso. Él dice: ... “que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuere manifestado”. 1 Pedro 1:7... La prueba de la fe es más preciosa que el oro. Todos deben aprender que ésta es parte de la disciplina en la escuela de Cristo, que es esencial para purificarlos y refinarlos de la escoria terrenal... MGD 81.4

Reunid todas vuestras facultades para mirar hacia arriba, no hacia abajo a vuestras dificultades; entonces no desmayaréis por el camino. Pronto veréis a Jesús detrás de la nube, extendiendo su mano para ayudaros; y todo lo que tendréis que hacer será darle vuestra mano con fe sencilla y dejarle que os guíe... Un gran nombre entre los hombres es como letras trazadas en la arena; pero un carácter sin mancha perdurará para toda la eternidad.—Ibid. 222, 223. MGD 81.5