La Maravillosa Gracia de Dios

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Plena compensación, 29 de diciembre

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Hebreos 10:35-37. MGD 371.1

La longanimidad de Dios es maravillosa. La justicia espera largo tiempo mientras la misericordia suplica al pecador. Pero “justicia y juicio son el asiento de su trono”. Salmos 97:2... El mundo ha llegado a ser temerario en la transgresión de la ley de Dios. A causa de la larga clemencia divina, los hombres han pisoteado su autoridad... Pero existe una línea que no pueden traspasar. Se acerca el tiempo en que llegarán al límite prescripto. Aun ahora casi han pasado los límites de la paciencia de Dios, los límites de su gracia y misericordia. El Señor se interpondrá para defender su propio honor, para librar a su pueblo, y para reprimir los desmanes de la injusticia... MGD 371.2

En este tiempo en que prevalece la iniquidad, podemos saber que la última crisis está por llegar. Cuando el desafío a la ley de Dios sea casi universal, cuando su pueblo esté oprimido y afligido por sus semejantes, el Señor se interpondrá... MGD 371.3

“Será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro”. Daniel 12:1. De buhardillas, de chozas, de calabozos, de patíbulos, de montañas y desiertos, de cuevas de la tierra y de cavernas del mar, Cristo reunirá a sus hijos a sí... Los hijos de Dios han sido ajusticiados por los tribunales humanos como los más viles criminales. Pero está cerca el día cuando Dios será “el juez”. Salmos 50:6. Entonces las decisiones de la tierra serán invertidas. “Quitará la afrenta de su pueblo”. Isaías 25:8. A cada hijo de Dios se le darán ropas blancas... MGD 371.4

Cualesquiera sean las cruces que hayan sido llamados a llevar, cualesquiera las pérdidas que hayan soportado, cualquiera la persecución que hayan sufrido, aun hasta la pérdida de su vida temporal, los hijos de Dios serán ampliamente recompensados. “Verán su cara; y su nombre estará en sus frentes”. Apocalipsis 22:4.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 164-166. MGD 371.5