La Maravillosa Gracia de Dios

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La determinación es la clave, 5 de agosto

Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 1 Corintios 2:2. MGD 225.1

Muchos son atraídos por la belleza de Cristo y la gloria del cielo, y sin embargo rehúyen las únicas condiciones por las cuales pueden obtenerlas... La renuncia a su propia voluntad y a cuanto escogieron como objeto de su afecto o ambición exige un sacrificio ante el cual vacilan, se estremecen y retroceden... Desean el bien, hacen algún esfuerzo para obtenerlo, pero no lo escogen; no tienen un propósito firme de procurarlo a toda costa. MGD 225.2

Nuestra única esperanza, si queremos vencer, radica en unir nuestra voluntad a la de Dios, y trabajar juntamente con él, hora tras hora y día tras día. No podemos retener nuestro espíritu egoísta y entrar en el reino de Dios. Si alcanzamos la santidad, será por el renunciamiento al yo y por aceptar el sentir de Cristo. El orgullo y el egoísmo deben crucificarse. ¿Estamos dispuestos a pagar lo que se requiere de nosotros? ¿Estamos dispuestos a permitir que nuestra voluntad entre en conformidad perfecta con la de Dios? Mientras no lo estemos, su gracia transformadora no puede manifestarse en nosotros.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 117. MGD 225.3

Al conocernos cabalmente a nosotros mismos, y combinando nuestra firme decisión con la gracia de Dios, podremos ser vencedores y llegar a la perfección en todas las cosas sin que nada nos falte.—Meditaciones Matinales, 100. MGD 225.4

Las circunstancias adversas deberían crear una firme determinación de vencerlas. El quebrantar una barrera dará mayor habilidad y valor para seguir adelante. Avanzad con determinación en la debida dirección, y las circunstancias serán vuestros ayudadores, no vuestros obstáculos.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 311. MGD 225.5

El carácter cristiano está señalado por una singularidad de propósito, una determinación indomable, que rehúsa someterse a la influencia mundana, y que no tratará de alcanzar nada menos que la norma bíblica... La consagración del seguidor de Cristo debe ser completa... Debe estar dispuesto a soportar paciente, alegre y gozosamente todo lo que en la providencia de Dios sea llamado a sufrir.—The S.D.A. Bible Commentary 2:1003.* MGD 225.6