El Evangelismo

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El grupo evangélico

Deben organizarse grupos—Dios dice: “Entrad en las ciudades. Presentad a los habitantes de estas ciudades el llamamiento a prepararse para la venida del Señor”... Ev 75.2

Muchas personas en las ciudades están todavía sin la luz del mensaje evangélico. Los que dejan de hacer resonar el último mensaje de amonestación sufrirán en lo futuro profundo remordimiento. Mi mensaje es: “Organícense grupos para entrar en las ciudades. Buscad una ubicación adecuada para realizar las reuniones. Haced circular nuestras publicaciones. Efectuad fervientes esfuerzos para alcanzar a la gente”.—Carta 106, 1910. Ev 75.3

Cuerpos de obreros en toda gran ciudad—En toda gran ciudad debe haber cuerpos de obreros organizados y bien disciplinados; no meramente uno o dos, sino veintenas deben ser puestos al trabajo... Ev 75.4

Todo grupo de obreros debe estar bajo la dirección de un jefe competente, y siempre ha de mantenerse ante estos grupos el hecho de que han de ser misioneros en el más alto sentido del término. Tal labor sistemática, sabiamente conducida, producirá benditos resultados.—Medical Ministry, 300, 301 (1892). Ev 75.5

Se necesitan diversos talentos—El Señor desea que las ciudades sean trabajadas mediante los esfuerzos unidos de obreros que cuenten con diversas habilidades. Todos ellos han de volverse hacia Jesús en busca de dirección, sin depender del hombre para obtener sabiduría, porque esto podría descarriarlos.—Testimonies for the Church 9:109 (1909). Ev 75.6

Grupos bien ejercitados—Debe haber grupos organizados, y educados de la manera más cabal para trabajar como enfermeros, como evangelistas, como ministros, como colportores, como instructores bíblicos, para perfeccionar un carácter según la semejanza divina.—Testimonies for the Church 9:171, 172 (1909). Ev 75.7

Habilidad para hacer trabajar a otros—Que trabaje toda persona que pueda hacerlo. El mejor general no es aquel que hace más trabajo él mismo, sino el que es capaz de conseguir la mayor cantidad de trabajo de parte de los demás.—Carta 1, 1883. Ev 75.8