El Evangelismo

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Ventajas de trabajar en parejas

Jesús envié a un hermano con otro—Llamando a los doce en derredor de si. Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por los pueblos y aldeas. Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el amigo. Así podían ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos, supliendo cada uno la debilidad del otro. De la misma manera envió más tarde a setenta. Era el propósito del Salvador que los mensajeros del Evangelio fuesen asociados de esta manera. En nuestro propio tiempo, la obra de evangelización tendría mucho más éxito si se siguiese fielmente este ejemplo.—El Deseado de Todas las Gentes, 303 (1898). Ev 57.5

El plan de Dios para la obra hoy en día—Cuando Jesús envió a sus discípulos a trabajar... ellos no sentían lo que algunos sienten ahora, que prefieren trabajar solos antes que estar acompañados por alguien que no trabaje exactamente como ellos lo hacen. Nuestro Salvador comprendía que unos debían asociarse a otros. El no relacionó con el amado y suave Juan a otra persona del mismo temperamento; sino que relacionó con él al ardiente e impulsivo Pedro. Estos dos hombres no eran iguales ni en disposición ni en método de trabajo. Pedro era rápido y celoso en la acción. Era arrojado y no entraba en transigencias, y a menudo hería; Juan era siempre tranquilo, considerado con los sentimientos de los demás, y venía detrás para consolidar y animar. Así, los defectos de uno eran parcialmente cubiertos por los virtudes del otro.* Ev 57.6

Dios nunca se propuso que, como regla, sus siervos fueran a trabajar solos. He aquí una ilustración: Aquí hay dos hermanos. No son del mismo temperamento; sus mentes no corren por los mismos cauces. Uno está en peligro de hacer demasiado; el otro deja de llevar las cargas que debe llevar. Si están asociados el uno con el otro, esto podría tener una influencia modeladora sobre cada uno de ellos, de manera que los extremos de sus caracteres no se destacarían en forma tan prominente en sus labores. No sería necesario que estuvieran juntos en toda reunión, pero podrían trabajar en lugares que disten el uno del otro, quince, veinte o aun cuarenta kilómetros, y que fueran lo suficientemente cercanos sin embargo como para que si uno afronta una crisis en su trabajo, pueda llamar al otro en su ayuda. Deberían también reunirse tan a menudo como sea posible a fin de orar y consultarse... Ev 58.1

Cuando uno trabaja continuamente solo, está expuesto a llegar a pensar que su método de trabajo está por encima de toda crítica, y no siente ningún deseo particular de que alguien trabaje con él. Pero es el plan de Cristo que alguien esté a su lado, de manera que la obra no sea modelada del todo por la mente de un solo hombre, y así sus defectos de carácter sean considerados como virtudes por él mismo, o por los que lo escuchen. Ev 58.2

A menos que el orador tenga a alguien a su lado con quien pueda compartir su trabajo, será colocado muchas veces en circunstancias donde estará obligado a hacer violencia a las leyes de la vida y de la salud. Por otra parte a veces acontecen algunas cosas importantes que lo hacen salir del lugar precisamente en el momento culminante de un interés. Si dos están vinculados con el trabajo, la obra en tales ocasiones no necesitará ser abandonada.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 126, 127 (1886). Ev 58.3

Ventajas del trabajo unido—Es necesario que dos personas trabajen juntas; pues la una puede animar a la otra y juntas pueden aconsejarse, orar y escudriñar la Biblia. Así pueden obtener una luz más amplia sobre la verdad; pues uno verá una fase, y el otro otra fase de la verdad. Si yerran, pueden corregirse mutuamente sus discursos y su actitud, de manera que la verdad no sea subestimada a causa de los defectos de sus defensores. Si los obreros son enviados solos, no habrá nadie que observe y corrija sus errores; pero cuando dos van juntos, puede realizarse una obra educadora y cada obrero puede llegar a ser lo que debe ser: un ganador de almas de éxito.—The Review and Herald, 4 de julio de 1893. Ev 59.1

¿Por qué no se hace hoy?—¿Por qué es que nos hemos apartado del método de trabajo que fue instituido por el gran Maestro? ¿Por qué es que los trabajadores en su causa hoy en día no son enviados de dos en dos? “¡Oh!—decís—no tenemos obreros suficientes para ocupar el campo”. Entonces ocupad menos territorio. Enviad a los obreros a los lugares donde el camino parece abierto, y enseñad la preciosa verdad para este tiempo. ¿No podemos ver sabiduría en que dos vayan juntos a predicar el Evangelio?—The Review and Herald, 19 de abril de 1892. Ev 59.2