El Evangelismo

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El personal del departamento de música

Personas cuyos corazones estén en el esfuerzo—En sus esfuerzos para alcanzar a la gente, los mensajeros del Señor no han de seguir los caminos del mundo. En las reuniones que se celebren no han de depender de cantores mundanos y de despliegue teatral para despertar el interés. ¿Cómo puede esperarse que los que no tienen ningún interés en la Palabra de Dios, los que nunca han leído su Palabra con un sincero deseo de comprender sus verdades, canten con el espíritu y con el entendimiento? ¿Cómo pueden sus corazones estar en armonía con las palabras del canto sagrado? ¿Cómo puede el coro celestial unirse en una música que es solamente una forma?—Testimonies for the Church 9:143 (1909). Ev 371.1

Únicamente cantos sencillos y dulces—¿Cómo puede Dios ser glorificado cuando dependéis para vuestros cantos de un coro mundano, que trabaja a sueldo? Hermano mío, cuando Ud. vea estas cosas con plena claridad, tendrá Ud. en sus reuniones, únicamente cantos dulces y sencillos, y pedirá a toda la congregación que se una en el canto. Qué importa si entre los presentes hay algunos cuyas voces no son tan musicales como la voz de los demás. Cuando el canto es tal que los ángeles pueden unirse con los cantores, se produce sobre la mente una impresión que el canto que procede de labios no santificados no puede hacer.—Carta 190, 1902. Ev 371.2

Músicos mundanos—No contratéis músicos mundanos si esto puede evitarse de alguna manera. Reunid cantores que canten con el espíritu y también con el entendimiento. La ostentación extraordinaria que a veces hacéis implica gasto innecesario, que a los hermanos no se les debe exigir que hagan; y encontraréis que después de un tiempo los no creyentes no estarán dispuestos a dar dinero para hacer frente a estos gastos.—Carta 51, 1902. Ev 371.3

La aceptación de la ayuda musical ofrecida—En las reuniones que se realizan, no debiera descuidarse el canto. Dios puede ser glorificado por esta parte del servicio. Y cuando los cantores ofrecen sus servicios, deben ser aceptados. Pero no debe emplearse dinero para contratar cantores. A menudo el canto de los himnos sencillos por parte de la congregación, tiene un encanto que no poseen las selecciones de un coro, por mucha habilidad que tenga.—Carta 49, 1902. Ev 371.4

Música que ofende a Dios—La ostentación no es religión ni santificación. No hay nada más ofensivo a la vista de Dios que un despliegue de música instrumental, cuando aquellos que toman parte no son consagrados, no tienen melodías en sus corazones para el Señor. La ofrenda más dulce y aceptable a la vista de Dios, es un corazón que ha alcanzado la humildad al practicar la abnegación, al elevar la cruz y seguir a Jesús. Ev 371.5

No tenemos tiempo ahora para dedicarlo a la búsqueda de las cosas que únicamente agradan a los sentidos. Se necesita un profundo escudriñamiento del corazón. Con lágrimas y la confesión de un corazón quebrantado, necesitamos allegarnos a Dios para que él se acerque a nosotros.—The Review and Herald, 14 de noviembre de 1899. Ev 372.1

Dios glorificado—Dios es glorificado por los cantos de alabanza que brotan de un corazón puro, lleno de amor y devoción a él.—Testimonies for the Church 1:509 (1867). Ev 372.2