El Evangelismo

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La obra en favor de los ancianos

La espera de la verdad—Es admirable ver cuánta gente de edad encuentran los obreros que necesita poquísimo trabajo para conducirla a la aceptación de la verdad, incluyendo la observancia del sábado y todo lo demás. ¡Pero si hemos estado orando por esto! Dicen ellos. Sabíamos que las Escrituras tienen mucho que decir acerca de temas que los clérigos no nos explicaron ni pudieron explicarlo cuando se lo preguntamos. Esas personas se regocijan en la luz y la verdad. Parecen disfrutar de un gozo pleno.—Carta 18, 1898. Ev 327.4

La vida comienza con la conversión—Acabo de leer el siguiente incidente: Ev 327.5

“Una vez me trajeron a un anciano de unos setenta u ochenta años de edad, que era un monumento a la misericordia de Dios. Le pregunté qué edad tenía. Me miró durante un momento, y luego me dijo con voz emocionada mientras las lágrimas corrían por sus mejillas: Tengo dos años de edad’. Cuando le manifesté mi sorpresa, me explicó: ‘Hasta hace poco, dos años atrás, había vivido la vida de un hombre muerto. Nunca supe lo que era vivir hasta que encontré la vida que está oculta con Cristo en Dios’.”—Carta 160, 1903. Ev 327.6