El Evangelismo

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Reunid a los interesados

Muchos miran anhelosamente al cielo—En todo el mundo, hay hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones, lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz en súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el umbral del reino esperando únicamente ser incorporados a él.—Los Hechos de los Apóstoles, 80 (1911). Ev 216.2

Id en pos de los perdidos—Cuando nos empeñamos con todo nuestro corazón en la obra, estamos estrechamente aliados con los ángeles; somos colaboradores con los ángeles y con Cristo; y hay una simpatía entre el cielo y nosotros, una simpatía santa y elevada. Nos acercamos un poco más al cielo, a las huestes angelicales y a Jesús. Empeñémonos, pues, en esta obra con todas nuestras energías. Ev 216.3

No os canséis de la obra. Dios nos ayudará. Los ángeles nos ayudarán; porque éste es su trabajo, y constituye precisamente la obra con la cual están tratando de inspirarnos... Ev 216.4

Se trata de una obra de la cual debéis haceros cargo con fervor; y cuando encontréis una oveja errante, llamadla al redil; y no la dejéis a menos que la veáis reintegrada con seguridad allí. Permita el cielo que el Espíritu que estaba en nuestro divino Señor descanse sobre nosotros. Esto es lo que queremos. El nos dice: “Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”. Id a buscar la oveja perdida de la casa de Israel.—Manuscrito 3, 1877. Ev 216.5

Asíos de Cristo y atraed a los hombres—Con una mano los obreros deben asirse de Cristo, mientras que con la otra deben tomar a los pecadores y acercarlos al Salvador.—The Review and Herald, 10 de septiembre de 1903. Ev 216.6

Tened fe y esperanza, y atraed, sí, atraed a las almas al banquete evangélico.—Carta 112, 1902. Ev 216.7

Puede ser que no los alcancéis más—Es tanto nuestro deber de preocuparnos por los interesados de un congreso después que termina, como velar por los que surgen durante su transcurso, porque la próxima vez que vayáis, si ellos estaban impresionados y convencidos y no se rindieron a esa convicción, os resultará más difícil que antes hacer una impresión en su mente, y no los podréis alcanzar de nuevo.—Manuscrito 19b, 1890. Ev 216.8

Es difícil obtener la decisión ahora—En nuestros días es un asunto difícil hacer que los que profesan creer la verdad posean un conocimiento experimental de su poder vitalizador y santificador. Esto ha sido experimentado en los años pasados, pero la forma ha ocupado el lugar del poder, y su sencillez se ha perdido en una rutina de ceremonias.—Manuscrito 104, 1898. Ev 217.1

Una parábola sobre la cosecha—En un sueño que tuve el 29 de septiembre de 1886, andaba yo con un numeroso grupo de personas que buscaban fresas... Así transcurrió el día, y se hizo muy poco. Al fin dije: Ev 217.2

—Hermanos, Uds. dirán que esta excursión no ha tenido éxito. Si trabajan así, no me extraña que no lo obtengan. El éxito o fracaso dependen de cómo se dedican al trabajo. Hay fruta aquí; ya veis que yo he encontrado. Algunos de Uds. han estado revisando en vano los matorrales bajos; otros han encontrado unas pocas fresas; pero no tomaron en cuenta los matorrales altos, simplemente porque no esperaban encontrar fruta en ellos. Ya ven que la fruta que yo he recogido es grande y está madura. Antes de mucho madurarán otras fresas y podremos recorrer de nuevo los matorrales. Así es como se me enseñó a juntar fruta. Si Uds. hubieran buscado cerca del carro, habrían encontrado fruta tan fácilmente como yo... Ev 217.3

El Señor puso estos fructíferos matorrales en medio de estos lugares muy poblados, y espera que Uds. los encuentren. Pero Uds. estuvieron demasiado ocupados en comer y en divertirse. No vinieron al campo con una ardiente resolución de encontrar fruta... Ev 217.4

Si trabajan de la debida manera, enseñarán a los obreros más jóvenes que las cosas como el comer y recrearse son de menor importancia. Ha costado duro trabajo traer el carro de provisiones hasta el terreno, pero Uds. pensaron más en las provisiones que en la fruta que debían llevar a casa como resultado de sus labores. Deben ser diligentes, recoger primero la fruta que está más cerca, y luego buscar la que está más lejos; después pueden volver a trabajar de nuevo cerca, y así tendrán éxito.—Obreros Evangélicos, 142, 145, 146 (1886). Ev 217.5

Luchad a brazo partido con Dios por las almas—Si tenemos el interés que tuvo Juan Knox cuando rogaba ante Dios por Escocia, tendremos éxito. El clamaba: “¡Dame a Escocia, oh Señor, o perezco!” Y cuando nos hacemos cargo de la obra y luchamos a brazo partido con Dios, diciendo: “Debo tener almas; nunca abandonaré la lucha”, hallaremos que Dios mirará con favor nuestros esfuerzos.—Manuscrito 14, 1887. Ev 217.6

No forcéis los resultados—Cuando un interés está por concretarse, sed cuidadosos de no querer madurarlo demasiado repentinamente, mas mantened la confianza de la gente, si es posible, para que las almas que están en el valle de la decisión encuentren la senda verdadera, el camino y la vida.—Carta 7, 1885. Ev 218.1