El Ministerio de la Bondad

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Parte 4—Evangelizando el vecindario

Los miembros de iglesia deben hacer trabajo evangélico en los hogares de sus semejantes que aún no han recibido plena evidencia de la verdad para este tiempo. La presentación de la verdad con amor y simpatía, de casa en casa, está en armonía con la instrucción que Cristo dió a sus discípulos cuando los envió en su primera gira misionera. Con himnos de alabanza a Dios, con humildes y sinceras oraciones, con una simple presentación de la verdad bíblica en el círculo familiar, muchos serán alcanzados. Los obreros divinos estarán presentes para promover la convicción en los corazones. “Estoy con vosotros todos los días”, es su promesa. Con la seguridad de la permanente presencia de ese Ayudador, podremos trabajar con esperanza, fe y valor...

Mis hermanos y hermanas, entregaos al Señor para el servicio. No desaprovechéis ninguna oportunidad. Visitad a los que viven cerca de vosotros, y con simpatía y bondad procurad ganar sus corazones. Visitad a los enfermos y dolientes y mostrad un bondadoso interés en ellos. Si es posible, haced algo para que estén más cómodos. Por estos medios, vosotros podréis alcanzar sus corazones y hablar una palabra para Cristo. Únicamente la eternidad revelará de cuánto alcance puede ser esta clase de trabajo.—The Review and Herald, 21 de noviembre de 1907.