La Fe por la Cual Vivo

36/366

Santo y terrible es su nombre, 4 de febrero

Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y terrible es su nombre. Salmos 111:9. FV 43.1

“No debemos considerar nunca superficialmente los títulos ni los apelativos de la Deidad.... Los ángeles velan sus rostros en su presencia. Los querubines y los esplendorosos y sagrados serafines se acercan a su trono con reverencia solemne. ¡Cuánto más debemos nosotros, seres finitos y pecadores, acudir en forma reverente delante del Señor, nuestro Creador!”—El Discurso Maestro de Jesucristo, 89, 90. FV 43.2

“Algunos ... profanan su nombre mezclando innecesaria e irreverentemente con sus oraciones las palabras ‘Dios Todopoderoso,’ palabras solemnes y sagradas, que no debieran salir de los labios a no ser en tonos subyugados y con un sentimiento de reverencia.”—Obreros Evangélicos, 185, 186. FV 43.3

“Si Cristo estuviese en la tierra hoy rodeado por aquellos que llevan el título de ‘Reverendo’ o ‘Reverendísimo,’ ¿no repetiría su aserto: ‘Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo’? La Escritura declara acerca de Dios: ‘Santo y terrible [reverendo, en inglés] es su nombre.’ ¿A qué ser humano cuadra un título tal? ¡Cuán poco revela el hombre de la sabiduría y justicia que indica! ¡Cuántos de los que asumen este título representan falsamente el nombre y el carácter de Dios! ¡Ay, cuántas veces la ambición y el despotismo mundanales, y los pecados más viles han estado ocultos bajo las bordadas vestiduras de un cargo alto y santo!”—El Deseado de Todas las Gentes, 552. FV 43.4

“Este nombre se da a todo discípulo de Cristo. Es la herencia del hijo de Dios. La familia se conoce con el nombre del Padre. El profeta Jeremías, en el tiempo de la tribulación y gran dolor, oró: ‘Sobre nosotros es invocado tu nombre.’” Jeremías 14:9.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 90. FV 43.5