La Edificación del Carácter

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El secreto revelado

Los siervos de Dios no le rogaron en vano. Lo habían honrado, y en la hora de prueba él los honró. El secreto le fue revelado a Daniel, y él se apresuró a solicitar una entrevista con el monarca. ECFP 33.2

Los cautivos judíos se presentan ante el rey del más poderoso imperio sobre el cual hubiera brillado el sol. El gobernante se encuentra en gran perplejidad en medio de sus riquezas y su gloria; pero el joven exiliado está lleno de paz y felicidad en su Dios. Ahora, si alguna vez había de ser, era el tiempo en que Daniel podía exaltarse a sí mismo, y destacar su propia bondad y sabiduría. Pero su primer esfuerzo lo hace para renunciar a todo honor para sí mismo, y exaltar a Dios como la fuente de la sabiduría: ECFP 33.3

“El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días”. Daniel 2:27, 28. El rey escucha con solemne atención mientras todo detalle del sueño es reproducido; cuando la interpretación es dada con fidelidad, siente que puede confiar en ella como en una revelación divina. ECFP 34.1

Las solemnes verdades contenidas en esta visión nocturna, hicieron una profunda impresión en la mente del soberano, y con humildad y pavor cayó de hinojos y adoró, diciendo: “Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios”. Daniel 2:47. ECFP 34.2