En los Lugares Celestiales

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El testimonio del espíritu, 17 de mayo

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Romanos 8:16. ELC 146.1

Puedes tener el testimonio del Espíritu de que tus caminos agradan a Dios. Esto se obtiene creyendo en la palabra de Dios, apropiándote de esa palabra para tu propia alma. Esto es, comer el pan de vida, y esto traerá la vida eterna. Compara escritura con escritura. Estudia la representación de la vida del verdadero cristiano tal como está delineada en la Palabra de Dios. ELC 146.2

La ley de Dios es la gran norma de justicia. El apóstol declara que es santa, justa y buena. David dice: “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma”. Salmos 19:7. Cristo dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. Juan 14:15; 15:7; 14:21. Con toda seguridad este es el testimonio del Espíritu... ELC 146.3

“Si guardareis mis mandamientos”—de todo corazón—“permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. Juan 15:10. Los que son obedientes a la voluntad de Dios no pasarán durezas y dificultades en esta vida. Oye nuevamente las palabras de Cristo: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”. Juan 15:11. Este es el testimonio que todos tienen el privilegio de tener: el gozo de Cristo en el alma mediante el acto de apropiarse de la palabra de Dios ... y llevar los requerimientos de Cristo a la vida práctica. Hay plena seguridad de esperanza al creer en cada palabra de Cristo, creer en él estando unidos con él por una fe viviente. Cuando ésta es su experiencia, el ser humano no está más bajo la ley porque la ley ya no condena su proceder.—Carta 11, 1897. ELC 146.4