En los Lugares Celestiales

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En comunicación con el infinito, 16 de mayo

Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. Jeremías 9:23, 24. ELC 145.1

Hay una educación que es esencialmente mundanal. Su fin es dar éxito en el mundo, satisfacer la ambición egoísta. Para conseguir esta educación muchos estudiantes dedican tiempo y dinero y llenan su mente de conocimientos innecesarios. El mundo los tiene por sabios; pero no tienen a Dios en sus pensamientos... ELC 145.2

Hay otra clase de educación que es muy diferente. Su principio fundamental, según lo declaró el Mayor de los maestros que el mundo haya conocido, es: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”. Mateo 6:33. Su fin no es egoísta; su propósito es honrar a Dios, y servirle en el mundo... Dios es la fuente de toda sabiduría. Él es infinitamente sabio, justo y bueno. Aparte de Cristo, los hombres más sabios que jamás hayan vivido no pueden comprenderlo. Pueden profesar ser sabios; pueden gloriarse de sus adquisiciones; pero el simple conocimiento intelectual, aparte de las grandes verdades que se concentran en Cristo, es como nada... ELC 145.3

Si los hombres pudiesen ver por un momento más allá del alcance de la visión finita, si pudiesen discernir una vislumbre de lo eterno, toda boca dejaría de jactarse. Los hombres que viven en este mundo que es un pequeño átomo son finitos; Dios tiene mundos innumerables que obedecen a sus leyes, y son conducidos para gloria suya. Cuando en sus investigaciones científicas los hombres han ido hasta donde se lo permiten sus facultades limitadas, queda todavía más allá un infinito que no pueden comprender. ELC 145.4

Antes que los hombres puedan ser verdaderamente sabios, deben comprender que dependen de Dios, y deben estar henchidos de su sabiduría.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 53-55. ELC 145.5