En los Lugares Celestiales

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Juez de todo el mundo, 18 de diciembre

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones. Mateo 25:31, 32. ELC 361.1

En sus enseñanzas Cristo procuró impresionar a los hombres con la certeza del juicio venidero y con su notoriedad. No es el juicio de unos pocos individuos o siquiera de una nación, sino de un mundo entero de inteligencias humanas, de seres responsables. Se ha de sostener en presencia de otros mundos que el amor, la integridad, el servicio del hombre para Dios pueden ser honrados hasta el más alto grado. No habrá falta de gloria y honor... La ley de Dios se revelará en su majestuosidad; y los que hayan permanecido en desafiante rebelión contra sus santos preceptos comprenderán que esa ley que no tomaron en cuenta y menospreciaron y pisotearon es la norma de Dios para el carácter... ELC 361.2

En este puntito que es el mundo el universo celestial ha de manifestar el mayor interés, porque Jesús pagó un precio infinito por el alma de sus habitantes... ELC 361.3

Dios dispuso que el Príncipe de los sufrientes en su condición humana fuera el juez de todo el mundo. Aquel que vino de las cortes celestiales para salvar al hombre de la muerte eterna; ... Aquel que se sometió para ser procesado ante un tribunal terreno, y que sufrió la ignominiosa muerte de la cruz pronunciará él solo la sentencia de recompensa o castigo. Aquel que se sometió aquí al sufrimiento y la humillación de la cruz, en el consejo de Dios tendrá la más plena compensación, y ascenderá al trono reconocido por todo el universo celestial como el Rey de los santos... En el día del castigo y la recompensa finales, tanto los santos como los pecadores reconocerán en Aquel que fue crucificado al Juez de todos los vivientes.—The Review and Herald, 22 de noviembre de 1898. ELC 361.4