En los Lugares Celestiales

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Leal al nombre de familia, 6 de octubre

Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Gálatas 3:27. ELC 288.1

Los que toman el nombre de cristianos se comprometen a ser fieles a Dios. Están moralmente obligados con él y con los ángeles celestiales en una relación de familia... Sus hechos, en todo respecto, deben ser tales como si fueran santos. Todo lo que sea indigno, ha de ser desechado. Deben vivir una vida nueva y santa... ELC 288.2

Como un valiente soldado, debes obedecer las órdenes de tu Capitán, aunque impliquen el sacrificio de tu vida... El espíritu y el cuerpo ahora deben ser tratados con el mayor respeto, porque son de Cristo. Día tras día deberán ser perfeccionados, hasta que la escudriñadora mirada de los ángeles celestiales pueda revelar que Cristo no ha muerto en vano para ti. ELC 288.3

Cuando tomas el nombre de cristiano prometes en esta vida prepararte para una vida más elevada en el reino de Dios. Ser cristiano significa ser como Cristo. Ningún rasgo satánico debe quedar en la mente o el cuerpo, que deben revelar gentileza, pureza, integridad y dignidad. Toma la vida de Cristo como tu modelo. Mantén la eternidad delante de tu vista. Entonces estarás en condiciones de acercarte a la apreciación de Cristo de la herencia que le costó tanto. ELC 288.4

Que los que trabajan para Cristo mantengan sus principios puros. Que la vida esté incontaminada de cualquier práctica profana. Todo el cielo está interesado en la restauración de la imagen moral de Dios en el hombre. Todo el cielo está trabajando con ese fin. Dios y los santos ángeles tienen un intenso deseo de que los seres humanos alcancen la medida de la perfección por la que Cristo murió para que fuera posible que ellos la alcanzaran. Ese es su deseo, que seamos uno con Cristo, perfectos en Cristo, que seamos herederos del cielo. Pero se nos deja libres para escoger.—Carta 21, 1901. ELC 288.5