En los Lugares Celestiales

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Usad vuestros talentos para Dios, 5 de agosto

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad: y luego se fue lejos. Mateo 25:14, 15. ELC 226.1

La parábola de los talentos ... tiene una aplicación individual y personal para cada hombre, mujer y niño que tengan uso de razón... Cuando el dueño de la casa llamó a sus siervos dio a cada hombre su trabajo. Toda la familia de Dios está incluida en la responsabilidad de usar los dones de su Señor. Todo individuo, desde el más bajo y más oscuro hasta el más grande y más exaltado, es un agente moral dotado con habilidades por las cuales es responsable ante Dios... Los dones espirituales, mentales y físicos, la influencia, la posición, los bienes, los afectos, las simpatías, todos son preciosos talentos que deben ser usados en la causa del Maestro para la salvación de las almas por las que Cristo murió. ELC 226.2

¡Cuán pocos aprecian estas bendiciones! ¡Cuán pocos tratan de desarrollar sus talentos e incrementar su utilidad en este mundo! El Maestro ha asignado a cada hombre su obra... ELC 226.3

Aquellos que han sido bendecidos con mejores talentos no debieran despreciar el valor de los servicios de aquellos que tienen dones menores que los suyos. El más pequeño de los dones es un don para Dios. Con la bendición de Dios, el único talento usado con diligencia, se verá doblado, y los dos [talentos] usados para el servicio de Cristo serán incrementados en cuatro; y el más humilde instrumento puede desarrollarse en poder y utilidad. ELC 226.4

El propósito fervoroso, los esfuerzos abnegados todos son vistos, apreciados y aceptados por el Dios del cielo... Usad vuestros dones en mansedumbre, en humildad, en confianza, en fe, y esperad hasta el día del ajuste de cuentas, y no tendréis motivo de pesadumbre ni de vergüenza.—The Review and Herald, 26 de octubre de 1911. ELC 226.5