En los Lugares Celestiales

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La deuda que tenemos, 3 de agosto

¿Cuánto debes a mi amo? Lucas 16:5. ELC 224.1

“¿Ignoráis ... que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio”. 1 Corintios 6:19, 20. ¡Qué precio ha sido pagado por nosotros! Contemplad la cruz y la Víctima levantada sobre ella. Mirad aquellas manos taladradas por los crueles clavos. Mirad sus pies asegurados por largos clavos al madero. Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo. Ese sufrimiento, esa agonía es el precio de vuestra redención... ELC 224.2

El maravilloso amor de Dios, manifestado en Cristo, es la ciencia y el canto de todo el universo celestial. ¿No debiera provocar nuestra gratitud y alabanza? ... Cuando la bendita luz del Sol de Justicia brille dentro de nuestros corazones y descansemos en paz y con gozo en el Señor, entonces alabemos al Señor... Alabémosle no de palabras solamente sino por la consagración a él de todo lo que somos y de todo lo que tenemos. ELC 224.3

¿Cuánto debes a mi Amo? No lo puedes calcular. ¿Hay alguna parte de tu ser que no haya redimido? ¿o algo de tus posesiones que ya no sea suyo? Cuando lo reclama, ¿egoístamente lo retienes como tuyo? ¿Lo ocultas y lo usas con otro propósito que el de la salvación de las almas? Por ese proceder millares de almas se pierden... ELC 224.4

Elevando la vista al cielo con súplica, presentaos a vosotros mismos a Dios como sus siervos, y todo lo que tenéis, como suyo, diciendo: Señor, de lo tuyo te damos. Considerando la cruz del Calvario, y al Hijo del Dios infinito crucificado por vosotros, comprendiendo tan incomparable amor, tan maravilloso despliegue de gracia, sea vuestra fervorosa pregunta: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Él os ha dicho: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15. ELC 224.5

Cuando veáis almas en el reino de Dios salvadas gracias a vuestras dádivas y vuestro servicio, os regocijaréis de haber tenido el privilegio de realizar esta obra.—Manuscrito 139, 1898. ELC 224.6