El Colportor Evangélico

163/269

“Toda potestad” es asequible

Los que están en las tinieblas del error han sido comprados con la sangre de Cristo. Son el fruto de sus sufrimientos, y se ha de trabajar por ellos. Que nuestros colportores sepan que están trabajando por el avance del reino de Cristo. Él les enseñará, mientras avancen para hacer la obra que Dios les ha señalado, a amonestar al mundo acerca del juicio que se aproxima. Acompañando por el poder de persuasión, el poder de la oración, el poder del amor de Cristo, la obra del evangelista no puede quedar ni quedará sin fruto. Piensen en el interés que el Padre y el Hijo tienen en esta obra. Así como el Padre ama al Hijo, el Hijo ama a los que son suyos: los que trabajan como él trabajó para salvar a las personas que perecen. Nadie necesita sentirse impotente; pues Cristo declara: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”. Él ha prometido que dará ese poder a sus obreros. El poder de Cristo llegará a ser el de ellos. Ellos han de vincular sus vidas con Dios. Cristo quiere que todos gocen la riqueza de su gracia, que trasciende todo cómputo. Es ilimitada e inagotable. Es nuestra por el pacto eterno, si somos obreros juntamente con Dios. Es nuestra si nos unimos con él para atraer a muchos hijos e hijas a Dios.—The Review and Herald, 2 de junio de 1903. CE 111.3

Conságrense totalmente a la obra de Dios. Él es vuestra fortaleza y será vuestra mano derecha, y les ayudará a llevar a cabo sus misericordiosos propósitos.—Testimonios para la Iglesia 9:33 (1909). CE 112.1

Dios acepta el servicio prestado de todo corazón, y suplirá las deficiencias.—El Ministerio de Curación, 109 (1905). CE 112.2