El Colportor Evangélico

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Orar por el Espíritu Santo

Debemos orar por el derramamiento del Espíritu Santo con tanto ahínco como lo hicieron los discípulos en el día del Pentecostés. Si ellos lo necesitaban en aquel tiempo, nosotros lo necesitamos más hoy día. La oscuridad moral, cual paño mortuorio, cubre la Tierra. Toda clase de falsas doctrinas, herejías y engaños satánicos están desviando las mentes de los hombres. Sin el Espíritu y el poder de Dios trabajaremos en vano por presentar la verdad.—Testimonios para la Iglesia 5:147 (1882). CE 107.4

Cuando bajo la prueba los jóvenes muestren que tienen una preocupación genuina por las personas, y un intenso anhelo de salvar a sus semejantes, verán convertirse a los seres humanos. Como consecuencia de su trabajo se recogerá una cosecha para el Señor. Salgan ellos como verdaderos misioneros para realizar la obra de hacer circular los libros que contienen la verdad presente. Mientras lo hacen, eleven oraciones a Dios en procura de mayor luz y de la dirección de su Espíritu, para que puedan saber cómo hablar palabras oportunas. Cuando vean una ocasión para realizar un acto de bondad, aprovéchenla como si estuvieran trabajando por sueldo. Recuerden que así están siendo mensajeros del Señor.—Manuscrito 75, 1900. CE 108.1