El Colportor Evangélico

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Puertas abiertas por la cortesía y la bondad

Uno de los métodos más sencillos y, sin embargo, más eficaces para trabajar es el del colportaje evangélico. Por un comportamiento cortés y por la bondad, el colportor puede abrir la puerta de muchos hogares. Cuando es hospedado por extraños, debería mostrarse considerado y servicial. Nunca debería convertirse en una carga, exigiendo ser atendido por las personas sobre quienes descansan los cuidados del hogar. Si hubiere enfermos en la casa mientras él se aloja allí, hará lo que pueda para ayudar. Muchas veces encontrará a hombres que dicen que están muy ocupados para escuchar una presentación o un estudio bíblico. A menudo puede lograr su atención ayudándolos en su trabajo.—Manuscrito 26, 1905. CE 91.2