El Colportor Evangélico

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Constante dependencia de Dios

El que en su obra arrostra pruebas y tentaciones debe sacar provecho de estas cosas y aprender a confiar más decididamente en Dios. Debe sentir que depende de él en todo momento. CE 56.1

No debe albergar quejas en su corazón ni expresarlas con sus labios. Cuando tiene éxito, no debe atribuirse la gloria a sí mismo, porque su éxito se debe a que los ángeles de Dios obran en los corazones. Recuerde que tanto durante los momentos alentadores como durante los desalentadores, los mensajeros celestiales están siempre a su lado. Debe reconocer la bondad de Dios, y alabarle con alegría. CE 56.2

Cristo hizo a un lado su gloria, y vino a esta Tierra a sufrir por los pecadores. Si encontramos penurias en nuestro trabajo, miremos a Aquel que es el autor y consumador de nuestra fe. Entonces no fracasaremos ni nos desalentaremos. Soportaremos las penurias como buenos soldados de Jesucristo. Recordemos lo que él dice acerca de todos los verdaderos creyentes: “Nosotros somos colaboradores de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”. 1 Corintios 3:9.—Joyas de los Testimonios 2:550 (1900). CE 56.3