El Colportor Evangélico

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Guiados por principios

Obren siempre movidos por principios, nunca por impulso. Moderen la impetuosidad natural de vuestro ser con mansedumbre y dulzura. No den lugar a la liviandad ni a la frivolidad. No broten chistes vulgares de vuestros labios. Ni siquiera den rienda suelta a vuestros pensamientos. Deben ser contenidos y sometidos a la obediencia de Cristo. Conságrense siempre a cosas santas. De este modo, mediante la gracia de Cristo, serán puros y sinceros. CE 208.3

Debemos sentir el poder ennoblecedor de los pensamientos puros. La única seguridad para la persona consiste en pensar bien, pues acerca del hombre se nos dice: “Porque cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él”. Proverbios 23:7. El poder del dominio propio se acrecienta con el ejercicio. Lo que al principio parece difícil, se vuelve fácil con la práctica, hasta que los buenos pensamientos y acciones llegan a ser habituales. Si queremos, podemos apartamos de todo lo vulgar y degradante y elevamos hasta un nivel alto, donde gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios. CE 209.1