Elena G. de White en Europa

50/217

La enfermedad de Edith Andrews

La semana que siguió al concilio europeo fue penosa para Elena G. de White por varios motivos. En primer lugar, le efectuaron una “dolorosa operación” en los dientes el viernes de mañana. El dolor se prolongó durante todo el sábado 3 de octubre, y el domingo de mañana aún seguía sufriendo intensamente, pero con la aplicación de fomentos calientes halló un poco de alivio. Sus problemas de salud quedaron eclipsados, sin embargo, por los de Edith Andrews, una sobrina de J. N. Andrews e hija mayor de Martha Andrews Bourdeau. Edith llegó a Europa con su tío en mayo de 1879, poco antes de que la joven hija de J. N. Andrews, María, muriera de tuberculosis. * EGWE 98.3

La enfermedad se llevó a J. N. Andrews en 1883, y ahora mostraba sus efectos en la vivaz Edith, de 22 años. Durante el concilio europeo, Elena G. de White escribió en su diario lo siguiente: EGWE 99.1

“La condición de Edith Andrews nos entristece a todos. Su salud parece declinar. ¿Qué se podría hacer por ella?”—Manuscrito 16a, 1885. EGWE 99.2

Cuando el concilio decidió enviar a A. C. Bourdeau y a la madre de Edith, Martha, a Torre Pellice, Italia, se sugirió que Edith los acompañara por razones de salud, pero ella prefirió quedarse para trabajar o, si era necesario, ir a Norteamerica. EGWE 99.3

Edith era una verdadera líder entre los jóvenes de la casa editora, aunque no siempre daba el mejor ejemplo. Guillermo White, después de analizar la situación, declaró: “Su influencia en la oficina no siempre es la mejor. Ella centra sus afectos en unos pocos escogidos, y le importa poco el resto del mundo”. La influencia de su grupo “cerrado” no era apropiada en un medio donde tanta gente joven y adulta tenía que convivir y trabajar día tras día. EGWE 99.4