Elena G. de White en Europa
Una visión nocturna
En esa reunión Elena G. de White relató una importante visión que Dios le había dado la noche anterior: EGWE 93.5
“Delante de mí fue abierto un libro que registraba los años de trabajo de los obreros, tal como Dios los veía. Al leer ese registro, vi que constaban en él todos los defectos. Muchas horas que algunos pasaron haciendo visitas y conversando, ocupados en asuntos triviales, fueron registradas como ociosidad... EGWE 93.6
“Aquel que tenía los registros en sus manos y cuyos ojos contemplaban todo, me instruyó... Sus palabras fueron: ‘No podéis confiar en vuestra habilidad o sabiduría humana. Debéis unir vuestros esfuerzos; unir vuestra fe; debéis consultaros entre vosotros. Ninguno de vosotros es idóneo para ser dirigente. ¡Dios obrará en favor de su pueblo si se le da oportunidad de hacerlo!—Ibid. EGWE 94.1
En la reunión de la tarde, Elena G. de White transmitió mensajes especiales de ánimo que el Señor le había dado para dos de las esposas de ministros. No esperaba mencionar ese tema, pero Dios tenía ese plan para ella y las dos señoras. “El Señor guió mi mente por un camino que yo no esperaba, pero a juzgar por los testimonios que se oyeron después de la reunión, creo que era precisamente lo que la gente necesitaba”.—Manuscrito 20, 1885. EGWE 94.2
Al día siguiente, después de una reunión matutina para los ministros, el concilio votó un importante acuerdo: EGWE 94.3
“Acordado, expresar nuestra permanente confianza en el don de profecía, que Dios ha puesto misericordiosamente entre su pueblo remanente, y esforzarnos por demostrar nuestro sincero aprecio hacia el mismo poniendo en práctica sus enseñanzas”.—The Review and Herald, 3 de noviembre de 1885. EGWE 94.4
Con el propósito de que otras personas se beneficiaran con algunos de los consejos que la Sra. de White había dado en la sesión, se acordó preparar un libro con una reseña de las misiones adventistas y con los sermones predicados por la Sra. de White en el concilio. * EGWE 94.5
Ella se emocionó ante los progresos que observó en las reuniones. EGWE 94.6
“El pastor Erzberger vino noblemente a la obra, humillándose y confesando sus deslices. El pastor Matteson es un hombre transformado. Su aspecto revela la paz de Cristo. Habla de las preciosas victorias que ganó a su yo... El Hno. Daniel Bourdeau es un hombre convertido. El Señor obró en él... El Hno. Alberto Vuilleumier habló con profunda emoción... Bien, todos los testimonios fueron buenos”.—Manuscrito 24, 1885. EGWE 95.1
No hay duda de que el servicio de ordenación de Alberto Vuilleumier celebrado el lunes, en la última noche de la sesión, dio a todos los ministros la oportunidad de renovar sus votos ante el Señor. D. T. Bourdeau elevó una de las oraciones. Sus pruebas no habían concluido, pero obtuvo una victoria decisiva. EGWE 95.2
La Sra. de White volvió a hablar el martes de mañana en la última reunión del concilio, y luego, el miércoles registró en su diario lo siguiente: “Nuestras reuniones han terminado. Los hermanos regresan a sus hogares. Nos alejamos con tiernos sentimientos”.—Ibid. EGWE 95.3