Elena G. de White en Europa
El quinto concilio europeo anual
El martes 14 de junio, después que algunos miembros de iglesia regresaron a sus hogares, comenzó el Quinto Concilio Europeo. La Sra. de White estuvo presente en la sesión inaugural y escuchó con emoción al pastor Matteson, quien se refirió a dos escuelas de colportaje que habían funcionado con gran éxito el año anterior. En Estocolmo asistieron 20 personas, algunas de las cuales apenas sabían leer o escribir al comienzo. Después de tres meses de instrucción cuidadosa fueron enviados a las ciudades y pueblos. El monto de sus ventas fue alentador. Y algunos disfrutaron de un triunfo adicional: Podían escribir cartas legibles al director de colportaje, informándole acerca de sus actividades. EGWE 346.4
El Hno. J. Laubhan, que representó a Rusia en el concilio, informó que en el sur de ese país había 150 observadores del sábado. Evidentemente, Elena G. de White no podía permanecer silenciosa entre tantos informes alentadores. Se levantó para dar su propio testimonio de gratitud a Dios, que la había fortalecido para poder predicar en diversos lugares desde que partió de Basilea. “Mi corazón se quebrantó ante el Señor porque me concedió su fuerza y su presencia”, comentó. EGWE 347.1
A la mañana siguiente hasta la misma naturaleza parecía alegre. “Dios nos ha favorecido con una mañana brillante y hermosa”, escribió la Sra. de White: “Los pájaros gorjean sus cantos de alabanza al Creador y nuestros corazones están llenos de alabanza y amor a Dios”.—Ibid. EGWE 347.2
El viernes 17 de junio, al concluir el breve concilio de cuatro días, Guillermo C. White tuvo la fuerte impresión de que había sido un éxito. Declaró que había sido “la reunión más armoniosa y provechosa” que él había presenciado. EGWE 347.3
Entre los acuerdos tomados en ese concilio se contaban los siguientes: Cada misión aceptó abrir una escuela de colportaje durante tres meses al año, para preparar colportores. Se designaron comisiones encargadas de seleccionar nuevos libros para publicarlos, e incluso traducirlos, si fuese necesario. Como el mensaje debía llegar a todas las clases sociales, se acordó también que sería “sumamente conveniente” animar a ciertas personas idóneas para que asistieran a las “mejores instituciones de enseñanza, a fin de familiarizarse con las teorías de los que se oponen a la verdad y actuar como misioneros”. Junto con esta recomendación, se animó a E. G. Olsen a estudiar en Copenhague. También se le pidió que ampliara sus conocimientos de idiomas. EGWE 347.4
El concilio resolvió comenzar una misión en la ciudad de Hamburgo, Alemania, a la mayor brevedad, lo que eventualmente convirtió a Hamburgo en un importante centro de la obra adventista. EGWE 348.1
Finalmente, los dirigentes noruegos aprovecharon la ocasión para organizar en su país una asociación con cuatro iglesias: Cristianía, con 144 miembros; Larvik, con 21; Drammen, con 21; Moss, con 18; además de otros 40 creyentes dispersos en diferentes lugares. Era una asociación pequeña, pero bastaba para comenzar. Hoy la feligresía se ha cuadruplicado en Noruega. EGWE 348.2
Ese viernes, al concluir el concilio, la Sra. de White visitó al Sr. Erikson, propietario de los terrenos donde se levantaron las carpas, y al día siguiente, sábado, se encontró con la propietaria de la casa donde se había hospedado. Después de una agradable entrevista, le obsequió un ejemplar de su libro La Vida de Cristo, en noruego. EGWE 348.3