Elena G. de White en Europa

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El cruce a noruega por barco

Después de pasar una semana en Copenhague, Elena G. de White tomó el vapor Melchior que iba a Moss, Noruega. El viaje comenzó suavemente, pero alrededor de las tres de la tarde el océano se puso muy turbulento. Tal como acostumbraba a hacerlo en momentos como ése, ella pasó las horas en comunión con Dios. EGWE 343.5

“Esta fue una de las noches más preciosas de mi vida. Disfruté de la dulce comunión con Dios y me parecía que su presencia y la de sus ángeles estaban en mi camarote... No pude dormir, debido a la fiebre y el dolor, pero mi alma estaba llena de pensamientos acerca de la misericordia de Dios y sus preciosas promesas... Puedo decir con todo el corazón y el alma: ‘Amo a Jesús. Amo a mi Padre celestial’. Sentí que estaba respirando la atmósfera del cielo. EGWE 344.1

“Elevé fervientes oraciones rogando que no me contentara con relámpagos momentáneos de luz celestial, sino que pudiera recibir constantemente la iluminación espiritual”.—Ibid. EGWE 344.2

Debido a que Dios fue para ella una fuente de luz y de fortaleza, que jamás había fallado en momentos de aflicción, ella sabía cómo animar a otros que caminaban en las sombras. EGWE 344.3

El Melchior atracó en Horten, al otro lado del fiordo de Moss, y los viajeros tuvieron que esperar una hora para trasbordar a un barco más pequeño. Finalmente llegó el barco, con S. N. Haskell y Guillermo Ings a bordo para escoltarlos de regreso a Moss. El jueves al mediodía llegaron a destino. EGWE 344.4